Una vez asumido que el fuego no cesa, ¿cuál es la habitabilidad que queda en el incendio?
Por sus características territoriales, sociales y localización geográfica, Michoacán es un estado, desde hace años, situado en medio de múltiples apariciones del fuego. Calor aniquilante en ocasiones, pero en otras, posibilidad para modificar la materia, el objeto.
Lxs cuatro artistas que integran esta selección hacen distintos recorridos por estos caminos entretejidos con las llamas. Encontramos, en cada uno de ellxs aproximaciones, aunque diversas, interconectadas desde las que se preguntan por el territorio habitado y la serie de relaciones que en él coexisten.
Una vez prendida la fogata, el relato aparece casi por sí solo, y se hacen sitio en él una lista de testimonios que especulan sobre los tiempos venideros y a la par dan cuenta de los tiempos pasados. Para el presente, lo que acontece, se despliegan un cúmulo de objetos que encarnan las proximidades materiales de este lugar en que se anuncia. Ahí, en medio de la casa, las casas, está la posibilidad del mal augurio, la bienvenida a la plaga, y ningún gesto de mínima defensa.
Caminamos sobre la misma pira, es una revisión a estos ejercicios de estar, de un territorio en quebrantamiento, de los guiños de humor que se cuelan en las lecturas, y también, de la conversación entre la tradición y un escenario actual del arte nacional. Un balde de agua que, antes de apagar el fuego, se sirve a la mesa para beberse.